Cómo dejar el biberón según 5 madres

Cuando nuestro hijo empieza a dejar de ser un bebé tenemos sentimientos encontrados. Por un lado, sentimos el inevitable orgullo al ver como nuestro hijo crece y va adquiriendo habilidades, como empieza a evolucionar su motricidad, como dice sus primeras palabras, como suelta sus primeras carcajadas…. Y a la vez sentimos cierta tristeza al ver que se va volviendo cada vez más autónomo, que va creciendo y que nuestro bebé se está convirtiendo en un niño.

Al mismo tiempo, alrededor de los 2 años, los niños maduran mucho. Ese paso hacia delante implica también que tienen que realizarse varios cambios, como dejar el pañal, dejar el chupete y dejar el biberón. Estos cambios son tan duros para los padres como para los hijos. Hay que recurrir a la picaresca, a la experiencia de otros padres y a los abuelos para hacer que estas evoluciones se produzcan de la forma más relajada posible.

Dejar el biberón, sobre todo el del desayuno supone un gran esfuerzo. Me atrevo a afirmar que incluso es más difícil para los padres que para los hijos. El biberón es cómodo, rápido y no mancha, y pasar a la taza supone recurrir a emplear más tiempo en el desayuno, levantarse antes y que por las noches el niño ya no se quede dormido mientras lo toma.

Prolongar el uso del biberón durante mucho tiempo puede conllevar el que se produzcan algunos problemas de dentición, por ello te animo a que no lo pospongas demasiado tiempo.

Para ayudarte a superar esta etapa de la forma menos dolorosa posible, compartimos contigo los consejos de 5 madres y las astucias a las que recurrieron para lograr este objetivo.

Dolo, Buenos Aires

Mis dos hijos mayores dejaron el biberón (mamadera) a los dos años. Aproveché cuando empezaron el jardín, donde les dan un vasito de jugo o agua, para ayudarlos a dejar la mamadera haciéndolos sentir GRANDES que ya bebían en taza o vaso. Así dejaron el biberón de la tarde, y el de la mañana unos meses más tarde, dándoles una rica chocolatada, ¡porque el que quiere chocolatada no puede tomarla en biberón!

Andrea, Valladolid

Las tetinas del biberón se van desgastando mucho y mi hija me pedía que las cambiara. Así que aproveché que ella sentía cierto rechazo hacia las tetinas desgastadas y no le compré ninguna nueva. En menos de una semana, el asco venció y dejó el biberón sin escenas y drásticamente.

Magui, Lima

Dejar el Biberón es más difícil para las mamás que para los niños, ya que perdemos la comodidad de que se duerman tomando su leche. Yo se los quite a los dos años, les compré una linda taza, con su dibujo favorito y les dije que ya son grandes como papa y mama. Pasaron del biberón a un vaso con tapa, y luego a la taza.

Vicky, Madrid

El secreto fue prepararle la leche con cacao y trocitos de galleta, que le encantan. Le hice entender que eso no se podía tomar en el biberón y poco a poco, cambió el biberón por el desayuno de mayores.

Ana, Valencia

Lo bueno de tener primos mayores es que pueden servir de ejemplo. Llevé a mi hijo a casa de sus tíos y al ver que sus primos desayunaban cola-cao en una taza, se animó a cambiar el biberón por la taza y ser “grande” él también.

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