¿Te has preguntado alguna vez si merece la pena comprar libros de cuentos para tu bebé?
La respuesta es sí. Los bebés no entienden todo lo que se les dice, es cierto. Pero leer a un bebé supone un estímulo muy positivo para él, al igual que lo es cantarles o cantarles gesticulando. Por eso leer cambiando voces y entonaciones les encanta tanto a los bebés como a los niños pequeños.
Nosotros recomendamos tres tipos de cuentos para bebés:
- Cuentos de formato clásico con grandes imágenes. Se trata de libros de formato de tapa dura y páginas gruesas, para impedir que el niño las rompa fácilmente. Suelen tener imágenes grandes, y así el niño comienza a aprender a través de ellas. Los niños no saben leer, pero “leen las imágenes”. Se trata la mejor y más temprana manera de introducir a los niños en el gran mundo de la lectura. Cuando son un poco más mayores, puedes jugar con ellos a que señalen a los diferentes personajes del libro. ¿Dónde está la vaca? ¿Dónde está la nube?
- Cuentos o libros de tela para bebés. Los libros de tela son juguetes a la vez que libros. Su punto más positivo es que los bebés los pueden chupar y arrugar sin ningún riesgo de estropearlos. Los cuentos de tela tienen colores alegres y vistosos, se pueden lavar y suelen incluir actividades, como marionetas o muñecos dentro del libro.
- Cuentos para la bañera para bebés. Se trata de cuentos hechos de materiales resistentes al agua. Suelen ser de colores vistosos, y los niños los pueden chupar y manipular sin peligro alguno. En nuestra experiencia, el momento del baño no es muy fácil de combinar con el de lectura y al final suele usarse como un juguete más dentro de la bañera.
En cualquier caso y en cualquier formato, animamos a los padres a seguir leyendo a sus hijos, y a escucharles leer en voz alta cuando son más mayores y ya han aprendido a leer.